Hasta parece mentira que, sin hacer nada en la tierra, ya hemos
recolectado. Un puñado de sabrosos tomatitos..... La naturaleza es
así de generosa. Sin labrar, abonar, plantar, regar ni cuidar
absolutamente nada, ya hemos disfrutado de unos tomatitos aliñados!.
Tomatitos, creciendo a sus anchas en las matas. |
En el momento en que las semillas que están en la tierra gozan de las condiciones adecuadas, ya no hay quien las pare. Solo hay que estar por allí y recoger los frutos. Alguno que otro, se lo comerán los lagartos, pero también tienen derecho a alimentarse.
Tomatitos que salen porque sí, porque les apetece..... |