Soberanía Alimentaria (2)

      
         Sigo hablando de la Jornada de Soberanía Alimentaria, de 21 de marzo pasado. 

       ¿Es posible ir abandonando este sistema energético actual, basado en el petróleo?  ¿Tenemos otra alternativa?

       La primera persona en participar fue Carlos Díaz Rivero, economista.  Su enfoque es apostar de una manera clara por la autosuficiencia, considerando toda la tierra cultivable y abandonada que tenemos disponible en Canarias. Apuntó como muy importante, cosa en la que plenamente coincido, la puesta en valor de la calidad de los productos locales, valorando ante todo la agrodiversidad.

      
      Habló tanto de fortalezas de esta visión de Soberanía, como de dificultades y amenazas para que la iniciativa salga adelante. 

      Fortalezas: 

•  Demanda de productos frescos y naturales.
•  Ventaja comparativa de la producción local respecto de las cadenas de alimentación, en cuanto a       garantía de frescura. 
•  Consolidación social de los Mercados del Agricultor.

       Dificultades:

•  No se dispone de grandes capitales.
•  Existe una "temporalidad" de la vuelta al trabajo en el campo, forzada por el desempleo.
•  Poca formación empresarial y baja vocación emprendedora de la gente que se reincorpora al mundo agrario.
•  Pérdida del uso de los "imputs" locales (semilla, abono, etc.). Entonces, hay una dependencia energética fuerte. 
•  Desconocimiento del manejo de la tierra por las nuevas generaciones.

      Amenazas:

•  La gente tiene ahora poco dinero para gastar. Hay que ser competitivo.
•  Escasez y encarecimiento del agua.
•  Ayudas a la importación de alimentos.

        Visto todo esto, creo que debemos potenciar las fortalezas y desarrollar otras nuevas, tratar de sortear las dificultades y las amenazas tratarlas con imaginación y empuje.

     Por ejemplo, considero que los sitios y horarios donde es permitido vender hortalizas, frutas, etc. deberían ampliarse.  ¿Por qué en las plazas de las ciudades y pueblos no se montan mercados todos los días?  No hace falta una gran estructura para vender, y no estoy para nada en contra de los actuales Mercados del Agricultor.  Digo que puestos mucho más sencillos, desmontables, y unos cuantos agricultores motivados, también son Mercados del Agricultor ambulantes.   

   Necesitamos nuevas formas de distribuir nuestras producciones.  Originales, diferentes y sin intermediarios.  De la huerta a la mesa.